Estaba esperando el
momento en que ella llegara….sabía que iba a venir, nunca falla.
Y hoy llegó, la tan
famosa SAUDADE….
Vino, y claro, se
hizo sentir. Ella es así, invade todo. Por culpa de ella hoy extraño…. mucho.
No extraño Córdoba,
no extraño lugares en particular, ni comidas, ni cosas materiales… Extraño
momentos, y principalmente extraño a todas las personas que quiero. Es la otra
cara de tomar decisiones, siempre hay algo que tenés que dejar, que vas a
perder, que tenés que soltar. Sé que no perdí a nadie, pero sí elegí estar
lejos y no poder compartir el día a día, no poder estar cerquita físicamente,
no poder sentir abrazos que hacen toda la diferencia…
No estoy triste, ni
me siento sola, simplemente extraño, tengo SAUDADES…
Son esos momentos en
que se te estruja un poquito el corazón, se te cae alguna que otra lágrima,
repasás mentalmente por qué estás dónde estás y seguís. Te volvés un poquito
menos sensible y más dura (cosa taaaan difícil para mi) y continuas caminando,
confiando en lo que ya hiciste, en lo que deseás, y confiando un poco también en
la suerte.
Hoy extraño a mi
familia, los fines de semana juntos, a mis hermanas, extraño profundamente a
mis sobrinas hermosas (que nadie se ofenda pero son lo que más extraño).
Extraño a mis amigos,
las cervecitas juntos, los paseos en Guemes, charlar de todo y de nada, que me
reten, que me apoyen. Extraño mis clases de canto, mucho.
Pero no extraño mi
vida allá, será porque es la misma vida que continúa, sólo que cambié el lugar…