En estos días de viaje aprendí que cada persona lleva muy dentro suyo una razón para hacer todo lo que hace. Cada quien vive su propia búsqueda. Pero también aprendí que hay muchos que quieren compartir esa búsqueda. Y es ahí cuando tenes la suerte de que alguien te regale su llave para mostrarte ese lugar tan propio y dejarte ver un poquito más de su alma y su corazón. Ese gesto es invalorable, te están confiando su ser más profundo.
Estas últimas semanas me regalaron algunas llaves, que prometo cuidar y son los presentes más lindos que puedo llevar conmigo.
algunas las recibí inesperadamente. Todas me llevaron a abrir puertas más grandes o más pequeñas, siempre revelando deseos y anhelos que me emocionaron. Cada una de esas llaves me ayuda a abrir un poco más todas mis puertas.
Quedaron en el camino algunas que no me dieron y que me encantaría tener.
La mía creo que aún sigue conmigo.. .
Hace rato que tenia ganas de escribir, pero no sabía qué o sobre qué, todavía no lo sé, pero decidí que hoy era el día para empezar. No es un blog sobre un tema particular, pretendo llenarlo de las pequeñas historias que para mi construyen grandes momentos. Esas cosas que te cambian el día, que te dejan pensando, o simplemente sonriendo, y que en mi caso hacen que mi día/vida valga la pena. Son mi motor, mi búsqueda cotidiana….
domingo, 14 de junio de 2015
martes, 31 de marzo de 2015
El poder del miedo
El miedo es parte de nuestra vida, de la naturaleza del ser humano. Está ligado a nuestro instinto de supervivencia: es una señal de
alerta. Aunque la mayoría de las veces funciona como un STOP gigante: el miedo nos paraliza.
Padezco de algunos de los anteriores (los miedos
paralizantes), pero creo mucho en los miedos que más me gustan: los que te
alertan, pero al mismo tiempo te motivan, te obligan a superarlos. Si podés
racionalizarlos, son grandes disparadores. Son un desafío. GRAN DESAFIO.
Hay miedos de todo tipo: reales, imaginarios, de que te
pase algo físico, miedos relacionados a lo psicológico, a lo sentimental, a lo material, miedos muy
arraigados culturalmente…supongo que la lista es infinita. El denominador común es que son un obstáculo, a veces infranqueable y otras motivador. No dejan de ser una sensación, un sentimiento de peligro frente a algo que tememos o desconocemos.
Creo que cuanto más algo te asusta, con seguridad más razón
tenés para enfrentarlo y hacerlo, porque seguramente es algo que deseás mucho. Y
es ahí cuando nos enfrentamos con el gran poder del miedo: autoboicotearnos. Nos
hace temer cosas, situaciones y personas que nos representan grandes desafíos,
y muchas veces nos gana: nos impide hacer.
Y está bueno darles batalla, nunca es fácil, pero vale la
pena.
jueves, 26 de marzo de 2015
El placer de no saber
No sé. Hoy me hace eco la famosa frase:
"sólo sé que no sé nada", y la verdad… no quiero saber nada. Que todo me sorprenda.
No tengo ganas de aparentar o demostrar saber, ser “algo”, me importa un
carajo. No quiero saber, quiero sentir, es mucho más arriesgado pero proporcionalmente
más placentero, más inseguro pero seguramente más intenso. Con certeza más
irresponsable, pero más interesante. Te deja totalmente vulnerable, pero vale
la pena. Hoy “voy viendo”, dejo que la vida me vaya presentando cosas, hago
planes y los abandono, los vuelvo a retomar. Creo estar segura de algo y
después dudo. Antes me hubiera reprimido y vuelto al “plan inicial”. Hoy, voy,
vengo y vuelvo a ir, dejo que pasen las cosas, que sean, elijo, descarto,
vuelvo a elegir.
No sé, y me encanta. Mañana tal vez quiera
saber de nuevo……
domingo, 1 de marzo de 2015
Incertidumbre
…qué
palabra tan incómoda, tan difícil de calificar. Confieso que en el fondo me
gusta mucho la incertidumbre, yo la llamo “el no saber”. Por lo menos a mí me
genera cierto vértigo, hambre de llegar al momento de “saber” (si es que
existe), me aleja de la rutina. Y las certezas (“el ya saber”) me dan cierta
sensación de fin de batalla, de quedarme sin sueños, sin deseos.
Igualmente mientras vivo en
cierta incertidumbre, anhelo la certidumbre de ciertas cosas y viceversa.
Cuando algo parece cierto, confirmado, totalmente presente y real, me aburre un
poco. Supongo que el equilibrio justo es exactamente ese desequilibrio: andar
entre incertidumbres y certezas. Inquieta, insegura, irresuelta, vacilante,
expectante, convencida y segura de que no tengo la certeza de NADA.
"La incertidumbre es una posición incómoda. Pero la certeza es una posición absurda" -Voltaire-
sábado, 3 de enero de 2015
El MAR
Mis sentidos quedan a flor de
piel, siento todo, huelo todo, escucho todo. Sonrío mucho más, me emociono más
fácil….
Trae calma, me da paz, relaja. Se lleva fuera de mí cualquier
pensamiento negativo.
Me hace más
presente, sólo pienso en el ahora, no puedo hacer otra cosa más que estar ahí.
No
necesito nada, no quiero nada.
Me transforma en mi versión más simple, más
liviana, me libera.
Me despoja de lo que no soy, sólo deja lo que es.
Lo
extraño.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)