Se siente igual y no, todo cambia. Yo soy la
misma, el entorno es otro. Siento que estuve siempre acá, no me siento extraña,
y al mismo tiempo todo es nuevo, distinto. Es como una gran contradicción: TODO
IGUAL, TODO NUEVO. Te cambia completamente la vida y sigue siendo igual al mismo
tiempo: simplemente soy yo en otro lugar.
Hablo otro idioma, los olores y colores son
otros, los sabores también. De caminar en veredas de baldosas pasé a caminar en
veredas hechas por miles de mosaiquitos. De repente me tomo dos metros por día,
tengo que cerrar la puerta de la cocina para que los monitos no me roben el pan
y me parece normal… Pasé de vivir sola a compartir mi cuarto y que mi casa sea
una posada llena de huéspedes. De saludar al portero de mi edificio a decirle
buen día a Seu Wilson, el seguridad de la cuadra. De preocuparme por cuestiones
arquitectónicas a preocuparme por si tengo todo para preparar el desayuno a los
huéspedes. De salir a caminar por el Parque Sarmiento a salir a caminar por la
Lagoa de Freitas. Voy hasta Ipanema como
si fuera a la vuelta de mi casa… y es!! Cuando vuelvo del super paso por la
entrada al Corcovado… Me encuentro a almorzar con amigos que nunca pensé volver
a ver. Hace 20 grados y siento que hace frío jejeje.
Así que cuando me preguntan qué se siente….eso
se siente, igual pero distinto. Se siente que todo se puede, aunque no salga
bien, aunque no sea lo que esperás, aunque extrañes. Porque sé también que puede
salir bien, que puedo sorprenderme, que puedo extrañar pero al mismo tiempo
sentir que vale la pena intentar. Simplemente mirar las cosas desde otro
ángulo, ver otros paisajes por la ventana, hablar otro idioma, conocer otras
personas, hacerte fuerte, creer en uno mismo, tentar a la suerte…eso,
simplemente eso.-