martes, 20 de mayo de 2014

Aprenden lo que la gente les enseña....



Semanas atrás pasé un par de horas en una terminal de ómnibus jugando con dos hermanitos.
Estaba aburrida esperando mi colectivo, les dio curiosidad porque estaba con la cámara de fotos, y así empezamos a jugar y se nos pasó el tiempo. Después de un rato, se acerca su mamá y me pregunta si puedo cuidarlos mientras hacía un par de cosas. No me dio mucha opción porque mientras me lo decía se iba… Por un momento pensé que me los había dejado y me invadió un escalofrío: sola con 2 niños abandonados en una terminal de Brasil…, por suerte fue sólo un delirio. 

Foto sacada por la mamá, eternamente agradecida por las dos horas que le liberé...
 Mientras yo deliraba ellos habían desplegado sus juguetes, se escondían entre la gente, se me colgaban y me abrazaban sin ningún problema. De repente la nena me agarra de la mano y me lleva frente a un hombre enano que había llegado a la terminal. Lo señala y me pregunta por qué era así. Rogué que volviese la mamá de los niños para no tener que explicarles y meter la pata, encima en portugués, podía llegar a decirles cualquier cosa… Pero su madre no aparecía y ellos me seguían preguntando.
Después de pensar un rato les dije que simplemente era una persona mayor que se había quedado bajita, nada más.
La nena se queda mirándome fijo y me dice: - “ahhhhhh, cómo vos…vos también te quedaste bajita, no?”..
Me empecé a reír. Le dije: -“si, si, yo también me quedé bajita”. Y ella me responde: - “entonces son iguales”….
Quedé pensando en lo que ella había deducido de mi explicación….éramos iguales…así lo vio ella.
Y sí…somos iguales, TODOS.
Mientras me acordaba de esta historia pequeñita, se me vino a la cabeza una canción de Natiruts, que explica mejor lo que sentí:

          Crianças não nascem más           
Crianças não nascem racistas
Aprendem o que a gente ensina

Los niños no nacen malos
Los niños no nacen racistas
Aprenden lo que la gente les enseña

 

viernes, 2 de mayo de 2014

El mejor trabajo del mundo....



Lo tuve en mis últimas vacaciones en la isla, en Brasil. Una demostración de que se puede vacacionar y “trabajar” al mismo tiempo….
 10AM: En la playa, casi nadie… Tirada en la arena leyendo y mirando, a ver si pasaba algo…
Unos metros más lejos, a la orilla del mar,  veo que se reúnen varios hombres y un par de mujeres del lugar. Llega un bote que viene de uno de los barquitos anclados en la bahía. Está lleno de ladrillos, y todos empiezan a descargarlos.  Observo la situación desde mi cómoda posición, totalmente desparramada en la arena. Ya vacío, el bote se va y regresa  con más ladrillos, a esta altura siento cierta incomodidad en sólo mirar, así que me acerco y sin decir nada empiezo a descargar, nadie me habla tampoco.  Cuando terminamos de vaciar el bote, uno de los chicos me da una palmada en la espalda (¿?) y me pasa una lata de cerveza: ”menina, pelo trabalho”…, a lo que contesto: “gracias, pero si empiezo a tomar ahora no puedo descargar los otros botes”. Su repuesta fue muy simple: “acá es así, se trabaja y se toma”… No iba a ser yo quien contradijera su forma de trabajar, así que muy obedientemente tomé la primera lata. Y así pasaron cinco botes llenos de ladrillos que descargamos entre todos, por cada uno recibí una cerveza en forma de pago, no podía negarme…
11:30AM: aprovechando mis conocimientos de arquitecta, dibujo planos en la arena para los recién casados que se estaban por construir su casa.. (espero que ignoren cualquier recomendación que pueda haberles hecho en ese estado…). Los ladrillos eran para ellos, todos colaboraron, ese día y los siguientes, descargando materiales.
12AM: ya había terminado mi jornada laboral, estaba nuevamente tirada en la arena mirando el mar…
…..puede haber un trabajo mejor?

Trabajando en Aventureiro....