martes, 26 de agosto de 2014

Felices 100 Julio



No podía dejar de escribir sobre Cortázar aunque justo hoy sea trillado, y al mismo tiempo nadie mejor que él como protagonista de un post de estas historias pequeñitas. Él que tantas sonrisas me dibujó.

Cortázar es un gusto que comparto con amigas del alma. Es sinónimo de tardes al sol leyendo sus cuentos o escuchando sus grabaciones.
Es haberme creído la Maga en algún momento y juntar hilos de colores por ahí.
Cortázar es estar en Paris con 21 años y querer conocer todos los lugares que nombraba en Rayuela, perderme un día entero buscando cada rinconcito…
Es querer saber de pintura, de fotografía, de música cuando a los 13 años me compré Rayuela y no tenía idea de lo que tenía entre las manos. Es Paul Klee, Gillespie, Man Ray….
Cortázar es mis amados cronopios…
Es haberme enamorado de algún Oliveira alguna vez.
Cortázar es llorar porque perdí “Un tal Lucas” en un colectivo yendo a Brasil.
Es que cada tanto me pregunten cuantas veces leí Rayuela, y siempre contestar una más.
Es abrir alguno de sus libros y verlos dedicados a mi por alguna persona que quise mucho.
Es Talita, cronopios y famas, Gregorovius, Glenda, los autonautas de la cosmopista, el Club de la Serpiente, Traveler, Rocamadour, un tal Lucas…
Cortázar es Cortázar, simplemente.
Gracias por tantas sonrisas Julio, felices 100.


"Tenemos que obligar a la realidad a que responda a nuestros sueños, hay que seguir soñando hasta abolir la falsa frontera entre lo ilusorio y lo tangible, hasta realizarnos y descubrir que el paraíso perdido está ahí, a la vuelta de la esquina..."

No hay comentarios.:

Publicar un comentario